13 cosas que debemos agradecerles a nuestros hermanos mayores

Una de las cosas que caracterizan a los hermanos son las riñas, pues a veces la convivencia bajo un mismo techo se hace complicada, y es que todos tenemos personalidades distintas, incluso si provenimos del mismo linaje de sangre.

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No obstante, en la mayoría de los casos, esos lazos familiares se interponen ante cualquier problema y siempre sale a relucir lo mejor de ellos, que es la colaboración incondicional por el resto de la vida. A continuación te presentamos las 13 cosas que debemos agradecerles a nuestros hermanos mayores:

1

Te defienden de tus padres en momentos determinantes, sobre todo cuando saben que tienes la razón al discutir.

2

Son honestos y te dicen las cosas como son, así no se escuchen bien al principio. Pero ellos siempre han sabido que es lo mejor para ti, indiferentemente de las circunstancias. Siempre te dan los mejores consejos, basados en su propia experiencia de vida, y por eso te hacen sentir bien contigo mismo.

3

Al estar más al tanto de las últimas tendencias en moda y en tecnología, siempre te lo hacían saber cuando eras niño y antes que lo supieran tus amigos, por lo que te volvías más genial en la escuela donde estudiabas.

4

Tus padres gastaron todas sus energías regañándolos a ellos cuando eran más jóvenes y ahora tú casi pasas desapercibido y hasta eres el más consentido de la familia por ser el menor.

5

Siguen regalándote cosas para navidad y para tu cumpleaños como lo hacían antes, cuando eras más pequeño, no por obligación, sino porque sienten satisfacción al ver tu cara de felicidad cuando recibes el presente.

6

Corren siempre en tu ayuda y no han tenido ningún problema en hacerlo cada vez que lo necesitas, y es que tus padres los enseñaron a ser sobreprotectores contigo.

7

Han servido de modelo para ti en los cambios que suceden en la adolescencia, a los cuales te han ayudado a enfrentar, explicándote cosas sobre la pubertad que tus padres no se hubiesen atrevido a decirte. Incluso te extirparon algún que otro grano de acné.

8

Se golpearían con otras personas por ti, aunque hubieses sido tú el responsable de iniciar la pelea, y, en general, te protegerían siempre de quienes quieran hacerte daño.

9

Te han enseñado a conducir el coche familiar y te han aconsejado (y regañado) lo suficiente para no enloquecer en tu primera vez en una carretera.

10

Aunque te hayan perdido la paciencia una vez más que otra, siempre han escuchado lo que tienes que decir y han tratado de entenderte.

11

Te han dicho que no tienes que cambiar, que te quieras y que te quieren tal cual y como eres, que no tienes por qué complacer a nadie porque sí y, por lo tanto, te han ayudado a luchar contra tus inseguridades.

12

Nunca se han quejado de que te tuvieron que ir a buscar a la escuela cuando tus padres no podían hacerlo, así como nunca se han quejado de ser tus choferes privados para llevarte a donde sea y cuando lo necesites.

13

Siempre te han amado y atesorado el lazo que existe entre ustedes, y nunca dejarán de hacerlo.

Quiere a tus hermanos y agradéceles todo lo que han hecho por ti. Ellos seguirán haciendo todo lo que hacen, porque los lazos familiares van más allá de cualquier beneficio material.