¿Te sientes triste? Estas historias relacionadas a la diarrea te harán sentir muy afortunado

Cuando sentimos que no valemos para nada, que la vida no deja de abofetearnos en la cara, no sufras más y lee este post…

La diarrea es como tu suegra, que va y aparece en los momentos en los que uno menos piensa, lista para atacarte

Sabemos que tener un malestar estomacal es sin duda una de las peores situaciones en las que nos podemos ver envueltos. Un dolor de barriga te limita de hacer absolutamente TODO, hasta limarnos una uña. Pero ya va, una cosa es el vómito, que si bien es bastante asqueroso pero al menos podemos calcular aproximadamente cuando nos dan las ganas para ir al baño, en cambio la diarrea es como tu suegra, que va y aparece en los momentos en los que uno menos piensa, lista para atacarte. Es terrible, de verdad, entonces, cuando creas que todo en tu vida marcha mal, lee las pequeñas anécdotas de personas que encontré por internet que han sufrido de los estragos de la diarrea.

Boda cagada

Mary y John se casaron en Atlantic City, y se hospedaron en un hotel. John se acostó a dormir porque había bebido mucho. Mary estaba estomacalmente indispuesta, y se puso a vomitar y a defecar por todos lados, literal, era algo que no podía controlar, ni siquiera le dio chance de quitarse el vestido. Meses después, volvieron al hotel, y se quedaron en la misma habitación, John bromeo con Mary con que en el piso aún quedaba una manchita de su vómito, pero lo que nunca sabrá John, es que eso no era vómito.

La diarrea conquistando corazones

Mónica estaba tomando medicamentos para una fuerte gripe que tenía, los cuales le afectaron un poco el estómago. Se encontraba en una fiesta, feliz y tranquila, cuando vio a su crush y aja, terminó en su dormitorio. No hicieron nada, sólo besarse y dormir abrazados. Cuando se aseguró de que el chico estuviera profundamente dormido, Mónica se alejó un poco y se echó un gas, pero ella no contaba con la astucia de que se cagaría un poco, literal. El chico al notar la tensión se despertó y ella para disimular le dio un blowjob (bravo campeona), y bueno, se fue, con las pantaletas llenas de, ehm, pupú. Resulta que desde ese día, Mónica y el chico están juntos, como novios formales. Si él supiera…

Baño volador

Cuando estás acostumbrada a un tipo de comida y vacacionas en un lugar donde sirven cosas bastante diferentes, sobre todo picantes, tu estómago tiende a sufrir como Precious. La señorita X venía de México, y bueno, comer tanto picante por supuesto que iba a ocasionar un impacto en el estómago. Se dirigió al baño del avión e hizo sus necesidades. ¿Sabes las instrucciones que están puestas encima del inodoro donde te indican que debes bajar la tapa de este cuando jales la cadena? Bueno, eso está para algo, no para ignorarlo, y adivina ¿quién lo ignoró? Así es, la señorita X, y adivina ¿quién quedó bañada en diarrea? Correcto otra vez, la señorita X. Ella hizo todo lo que pudo para limpiarse pero vamos, ya podrás imaginarte el olor.

Obra de teatro del infierno

Katy estaba viendo una obra de teatro bastante interesante (y larga) cuando empezaron a venir esos dolores que todos hemos experimentado alguna vez. Cada vez que se terminaba un acto, ella le rogaba a todos los santos para que fuera el último, pero no, siempre venía uno más. Ustedes se preguntarán, ¿por qué no simplemente se dirigió al baño? Sencillo, se encontraba sentada en la última butaca, para poder salir de ahí iba a tener que pedirle “permiso” a alrededor de cuarenta personas, y bajo esas condiciones, donde literalmente estaba que se le salía la diarrea, no podía tomar esa opción.

Hizo todo lo que pudo, pero cuando casi llegaba al baño, sucedió lo peor

Finalmente cuando se acabó la obra, Katy salió corriendo de la emoción, cuando la atraparon unos amigos para saludarla, típico. Hizo todo lo que pudo, pero cuando casi llegaba al baño, sucedió lo peor, creo que no necesito contar más. Desde entonces, ese día será recordado como el momento donde Katy casi logró sobrevivir a la humillación pública pero la vida se encargó de reírse de ella en su cara.

No más danzas

Francis comenzó a sentir en su estómago como si iba a dar a luz al hijo del diablo

Francis se encontraba visitando a la familia de su novio, y como eran italianos, la cantidad de comida que le servían era impresionante. Ella sí sentía que tenía una especie de cólicos, pero nada tan grave. Su novio le preguntó si lo quería acompañar a llevar a su hermanita a danzas, a lo que Francis acertó. Iba manejando la suegra, al lado el novio, atrás Francis y la hermanita, quien vendría siendo la cuñada. No habían pasado ni cuatro minutos cuando Francis comenzó a sentir en su estómago como si iba a dar a luz al hijo del diablo, pero era primera vez visitando a esa familia y le daba demasiada vergüenza decirles que necesitaba un baño con urgencias…

Francis apenada pregunta toda sudada y pálida: “¿Hay algún baño público cerca? Es que tengo muchas ganas de orinar” (BULLSHIT), a lo que le responden que no. Increíblemente ella logró resistir hasta llegar al sitio de las danzas de su cuñada, donde tuvo que bajarse del automóvil corriendo pidiendo a gritos usar el baño. Entró, hizo de las suyas y salió. Cuando abre la puerta se percata que todas las niñas y las maestras la están viendo con cara de asco, y es que las paredes de ese baño son más delgadas que un papel y bueno, escucharon absolutamente todo. ¿Es ese el momento en donde uno dice “mucho gusto y hasta nunca”?